sábado, 18 de julio de 2009


Santa Cruz de Tenerife/ La llegada de inmigrantes a Canarias se ha visto frenada en lo que va de año a causa de la crisis, las políticas de inmigración y el control de fronteras, según se indica en un análisis realizado por Movimiento por la Paz, el Desarme y La Libertad en Canarias (MPDLC).


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El estudio realizado por la entidad descarta cambios estructurales en el número de inmigrantes que llegan a las islas y apunta que esta reducción no implica un descenso del fenómeno de la inmigración para el futuro.

El informe ha sido elaborado por tres expertos en materia de inmigración: el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna y coordinador científico del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten), Dirk Godenau; el arabista y responsable de MPDLC en Melilla, Manuel Lorenzo, y el coordinador general y vicepresidente del Centro europeo de estudios sobre flujos migratorios (Cemigras), Manuel Ferrer.

Elaborado a partir de los últimos datos estadísticos oficiales, el documento incluye el avance del padrón municipal a fecha de 1 de enero de 2009, en el que se contabilizan 299.220 extranjeros, un 5,4 por ciento más que en 2008, siendo éste el segundo incremento más bajo de los últimos cinco años.

Además, según la MPDLC, las cifras de la Subdelegación del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife recogen un descenso del 60,38 por ciento de la entrada de inmigrantes irregulares por vía marítima en el primer semestre del año, con un total de 1.599 personas contabilizadas, de las que 1,463 son adultas y 136 menores.

Los expertos consultados para elaborar este estudio matizan que esta evolución a la baja responde a la reducción de las oportunidades de empleo que ha generado la crisis económica en Canarias, así como el refuerzo del carácter restrictivo de las políticas de inmigración en España y las acciones de control en las fronteras.

Insisten en que se trata de factores que responden a una situación coyuntural, pero hacen hincapié en que las previsiones apuntan a que el fenómeno migratorio se mantiene al alza, teniendo en cuenta que tiene un origen estructural como consecuencia de los graves problemas que padece como consecuencias del déficit de desarrollo, bienestar y empleo de los países emisores.

En opinión de Dirk Godenau, la "brusca" reducción actual de las llegadas responde a una situación de adversidad económica coyuntural más que a cambios estructurales.

En este sentido, precisa que, si el actual modelo de crecimiento, centrado más en el empleo que en la productividad, se reactivara en términos similares una vez superada la crisis económica, entonces también sería de esperar que, a medio y largo plazo, se vuelva a intensificar la inmigración laboral.

En el caso de las llegadas en cayucos, asimila esta merma a su carácter irregular y a los esfuerzos de control de las fronteras.

Manuel Lorenzo señala que, aunque se mantienen los "factores de expulsión" en origen, la situación económica de los países de llegada puede haber incidido, además de las políticas y acciones que se están tomando para reforzar los controles en fronteras.

Todas estas circunstancias, agrega, provocan que los movimientos migratorios estén en estos momentos en un periodo de un puntual "stand by".

Manuel Ferrer atribuye la menor llegada de inmigrantes legales a la crisis, y considera el papel disuasorio que juega la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) la causa de una menor llegada de inmigrantes en cayucos.

"Esto conlleva que muchos de los inmigrantes salgan de otros puntos más lejanos, lo que hace que desaparezcan más cayucos, ya que, las salidas se mantienen al mismo ritmo", apunta Ferrer.

Matiza que la evolución actual supone que "sólo se ha contenido de forma momentánea" y aclara que "es un espejismo pensar que está funcionando la retención de la inmigración".

Respecto al comportamiento que seguirá en el futuro la llegada de inmigrantes, Dirk Godenau afirma que "es probable que los saldos migratorios de Canarias sigan bajando en los próximos años", aunque, aclara, "parece poco probable que se vuelvan negativos, superando las salidas, entre ellas los retornos, a las entradas".

Aclara asimismo que estas últimas tendrán uno de sus condicionantes en el intento de realizar reagrupaciones familiares por parte de los inmigrantes ya residentes en Canarias, por lo que serán importantes los posibles cambios en las condiciones que se imponen a la reagrupación familiar por parte del Estado español.

Manuel Lorenzo matiza que la tendencia que marcará el futuro estará condicionada por la situación económica de España y la de los países de origen.

Al respecto, añade que, si los "factores de expulsión" de éstos últimos se acrecientan, se creará un nuevo escenario de llegada masiva de inmigrantes.

Ferrer destaca que progresará la reducción de la inmigración que llega de América, mientras que la que proviene de África sólo se está conteniendo y seguirá aumentando.

En este sentido, precisa que "la inmigración no se contiene con barcos y policías" sino "cuando existen perspectivas de trabajo en los lugares de origen".

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