sábado, 18 de julio de 2009


La inmigración es y ha sido un pilar fundamental para el crecimiento económico de España, por lo que se trata de un fenómeno necesario, afirma Manuel Lorenzo, responsable del Movimiento por la Paz, el Desarme y La Libertad en Canarias (MPDLC) en Melilla.


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(EFE)La inmigración es y ha sido un pilar fundamental para el crecimiento económico de España, por lo que se trata de un fenómeno necesario, afirma Manuel Lorenzo, responsable del Movimiento por la Paz, el Desarme y La Libertad en Canarias (MPDLC) en Melilla. En la imagen, una inmigrante arribando a las costas de España. EFE/Archivo
El arabista, que ha colaborado en la elaboración de un informe de la MPDLC sobre la evolución de la inmigración en Canarias, presentado hoy, apuntó que las consecuencias del descenso de la inmigración dentro del mercado laboral español, aspecto que pone de relieve este estudio, pueden ser tanto positivas como negativas.

Lorenzo admite que la vinculación que ha tenido la población inmigrante en algunos de los sectores más afectados por la crisis puede provocar una mayor precariedad social de los inmigrantes regularizados, mientras que en el caso de los irregulares también generará más dificultades.

En el documento, que hace referencia también a las posibles consecuencias que pueda tener para el Archipiélago el descenso de la entrada de inmigrantes, el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna y coordinador científico del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten), Dirk Godenau, explica que, "a corto plazo, el actual desequilibrio entre oferta y demanda de trabajo provoca la reducción de las oportunidades de empleo, sea para extranjeros o nacionales".

Sin embargo, precisa que, a largo plazo, las economía europea, española y canaria seguirán necesitando de la mano de obra procedente del exterior, dado su progresivo envejecimiento demográfico.

No obstante, insiste en que la cuantía y el perfil de la mano de obra requerida dependen del patrón de creación de empleo.

Por tanto, señala que, si en el próximo ciclo expansivo la economía española creciera en mayor medida por el incremento de la productividad, entonces sus necesidades de mano de obra no volverían a ser tan expansivas y concentradas en mano de obra de bajos requisitos formativos.

Aclara que sería entonces cuando la "tarjeta azul" de la Unión Europea, pensada para fomentar la inmigración cualificada, también adquiriría mayor protagonismo en España.

Manuel Ferrer, coordinador general y vicepresidente del Centro europeo de estudios sobre flujos migratorios (Cemigras), coautor de este estudio, indica que la evolución a la baja de la economía canaria hace que la necesidad de mano de obra descienda, aspecto que, a su vez, va unido a una perspectiva nula de recuperación de la economía regional a corto plazo.

Ferrer matiza que la reducción en la entrada de inmigrantes en las islas repercutirá en una menor presión a la hora de buscar empleo, aunque destaca que Canarias cuenta con un sector primario susceptible de potenciar la producción ecológica, lo que permitiría brindar una oportunidad a los inmigrantes.

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